Sunday, August 28, 2011

El polvo que sos, huele a jazmín

Duele la muerte inesperada de los grandes, hoy se quema el cielo de una Costa Rica que llora no volver a escuchar tus canciones. ¿Adónde resonará tu saxofón? ¿Quién tendrá el placer de escuchar tu voz tras el micrófono? ¿Adónde nos dejaron el ahora y el después? ¿Lograremos hallar otro lugar o te estaremos buscando todavía?

Sin vos a Guanacaste no nos lo traerá el viento ¿tendremos que buscarte más al norte del recuerdo? no volverás a patentar el ritmo ni te pagaremos derechos de autor. Nadie arreglará nuestro portoncito, y nuestra ciudad no será ya nuestra ciudad.

Te recordaremos en este valle donde las historias se acaban antes del final, en aquellos cuentos donde nacimos solo para verte con canciones del viento, casi borradas y en todos los lugares donde pensaremos en abril, en un pacto, en un instante o en un tiempo más. Seguiremos bailando pirateado, y pidiendo cacao, canela y miel. Quizás boleros no, nos hace malo recordar, además ¿Quién tendrá sueños que contar? ¿y tumbao? y ¿feeling?

Nos dejas aquí en este malpaís donde no existes, sin saber si vamos o estamos de vuelta. Nos dejas con perros azules de nostalgia. ¿Quién encontrará aquel punto para cantarnos un son inú o un son iné?

Allá adonde estás Fidel ¿Allá está de vuelta Etelvina Guido? ¿Allá el polaco se volvió a escapar? ¿Pudo la muerte con él? Porque sé que con vos no podrá, te dibujaremos en bocetos para esperanza volando cómo un pájaro y estarás bailando coyoleado, zapateando sobre tu tumba. Yo sé que sí, q nos tomaremos un café de ti porque afuera está nevando y aunque es tan tarde ya, querremos escuchar esas historias de nadie, de rostro si nombre.

Hay niños aquí Fidel, niños que no escucharán tu voz, pero que nos recordarán que fuimos güilas locos y descamisados, correteando en los potreros. Y también niñas, niñas que venden besos en la soledad, niñas que nos dicen son falsos los robles de revés en el agua y que el telón va cayendo, cómo cayó sobre vos. Un día lejano quizás te encontremos, por ahora solo nos queda tu polvo, ese que huele a jazmín.


David Ching

28/08/2011