Wednesday, January 20, 2016

El silencio es lo más difícil de asumir


Según el Ministerio de Salud las agresiones sexuales fueron el principal tipo de abuso en el 2014 y de acuerdo con el Segundo Estado de Derechos de las mújeres en Costa Rica  al menos el 79,1% de mújeres ha sufrido algún tipo de hostigamiento en espacios públicos


Valeria (identidad protegida) camina por San José con la esperanza de que no le griten improperios, de que no la miren con indecencia, de que su día continúe tranquilamente, pero, al igual que cualquier mujer costarricense, sabe que las probabilidades están en su contra. Lo más seguro es que recibirá un pequeño recuerdo de un pasado que ha luchado mucho tiempo por enterrar.

De muy niña, una persona de confianza quiso apropiarse de su cuerpo. Más de veinte años después, las cicatrices de esa noche todavía duelen. Aun cuando su cara no lo muestre y su vida transcurra como la de cualquier joven profesional exitosa, este ‘‘monstruo’’ reaparece cada vez que desconocidos (con ‘‘piropos’’, miradas y hasta intentos de tocarla) reclaman un pedazo de su intimidad. Tras los eventos alrededor de la publicación en redes hecha por Gerardo Cruz,  Valeria decidió compartir un texto y unas cuantas palabras sobre su historia y el tema del acoso callejero.

___________________________________________________________________________


Me dijo: “Tengo un monstruo en el armario
tendrás que acompañarme hasta la cama
no pienses que estoy loca, no hagas caso
son restos de una infancia mal curada”
Tranquila con los medios no se juega
y a mí la oscuridad ya no me asusta
termínate la copa y vamos fuera
no voy a abandonarte a estas alturas.

Luis Ramiro



Vivo con un monstruo en el armario
se mudó la noche vieja que anticipaba el amanecer de 1995.

A veces se ocultaba tan bien que lograba olvidarlo por un tiempo
pero regresaba. Y con él el miedo. 

Lo tuve tan cerca, lo observé tanto, le temí tanto
que descifré su fortaleza: el silencio.

Yo no soy la única que tiene que convivir con él
yo no soy la única a la que quebraron, 
yo no soy la única que sintió miedo y guardó silencio.

Cada agresión es un nuevo espacio abierto en el armario
y cada silencio permite al mercado de bienes raíces expandirse
no nos permitamos ser agentes del miedo.  


Cuando tenía 4 años un familiar político me abusó, amenazó con lastimar a mi familia si yo decía algo. Es un gran secreto para una niña tan pequeña. Fue ahí cuando el monstruo se mudó conmigo. Un año exacto después, cuando regresamos al mismo lugar a la tradicional noche vieja tuve un ataque de pánico. Las personas a las que les conté me obligaron a guardar silencio para proteger la estabilidad de la familia, para evitar una ruptura. Pero ese silencio tuvo un alto precio, me dejó rota por dentro. 

Las agresiones se dan todos los días, como oscuros secretos o como gritos en la calle. Y el silencio es su mayor cómplice.


_________________________________________________________________________


¿Cómo podemos ligar lo que a vos te pasó con el tema del acoso callejero?

En  lo que a mí respecta, creo que la violencia sexual contra la mujer empieza demasiado pequeñas y creo que la gente no termina de entender que el acoso callejero es una agresión sexual tan reprochable como cualquier otra agresión. Si querés que te cuente una historia de acoso callejero yo tengo ocho mil, pero creo que esta (la que compartí) es la que más me afecta.


Cuando te han pasado este tipo de situaciones ¿Qué tanto te hace recordar o te golpea en el sentido de la agresión que sufriste?

Creo que mucho, porque siempre es como un recordatorio ¿sabés? Es cómo un recordatorio de que alguien más quiere poseer el cuerpo tuyo y de que alguien más quiere hacerte un daño o que te  imagina de una manera que no quieres que lo haga. Cada vez que pasa es inmediatamente un recordatorio, por más que quiera evitarlo.

Por lo menos a mí me da mucho miedo todo el tiempo, porque no sé  hasta qué punto estas personas que te dicen esto en la calle también le están haciendo un daño a alguien en otro ámbito. No sé en qué punto se detiene esto.


Lo que te entiendo es que este tipo de cosas proyectan lo que te pasó a vos, o sea lo ves como parte de un mismo problema, como parte de un todo…

Sí, ambas son agresiones sexuales, ya sea un grito en la calle o lo que me sucedió a mí, entonces yo creo que inevitablemente cuando alguien sale gritándome en la calle, cuando alguien quiere poseer mi cuerpo con palabras, irremediablemente lo veo ligado a lo que me sucedió; porque así es, siento agredida mi intimidad. Siento la misma impotencia de no estar protegida, de no poder hacer nada, y además siento miedo de que esa persona que me está agrediendo en la calle en ese momento es un potencial agresor en todo sentido.

Cómo que nunca sabés en qué momento se detiene esa cadena. Da impotencia y miedo definitivamente un recuerdo a lo que me sucedió. La ley nunca me pudo respaldar cuando a mi me sucedió lo que me sucedió y no me respalda ahora con el acoso callejero tampoco, entonces siempre terminás sintiéndote indefensa ante una agresión sexual en cualquier ámbito. En el ámbito íntimo o en el de la calle.


¿Qué tan a menudo sentís que te ves expuesta a este tipo de situaciones donde te sentís impotente y agredida?

Pasa cada vez que caminas por la calle, si pusiéramos un contador, sería absurda la cantidad de veces a la semana que escuchás un improperio de alguien en la calle.  Incluso terminás tomando decisiones en función de evitar agresiones, a veces prefiero ir en carro solamente para evitarme esas molestias y terminás así, encerrándote.

Creo que el principal problema es ese, es una cuestión cultural que, al final de cuentas,  uno termina tomando medidas para protegerse una, en vez de poner las demandas porque el país no tiene ningún tipo de acogimiento legal que sea realmente efectivo para estas situaciones. Es decir, podés poner una demanda, yo he puesto un montón pero de ahí a que realmente concluya en algo… nunca pasa. Entonces es una cuestión súper repetitiva y hasta que no hagamos algo para solucionarlo en serio y hasta que no haya un marco legal que acoja el acoso como algo serio, creo que las mujeres vamos a seguir escondiéndonos.

Yo sé que esas cosas hay que enfrentarlas pero realmente es super difícil, especialmente cuando ya tienes una situación detrás que te afecta mucho. Es super difícil enfrentarse a esto siempre y ser fuerte. A veces uno simplemente no está en el humor y prefiere irse en carro.


¿Ha habido alguna situación particular que te haya llevado a  recordar lo que te pasó o que te haya llamado la atención por ser más agresiva de lo común en el ámbito público?

Creo que hay varios niveles. A veces te gritan cosas y te dicen algo cochino y creo que ese es como el nivel más bajo al que estas expuesta. Ya algo más agresivo es cuando intentan tocarte, te tocan el trasero, tratan de tocarte una teta en el camino, y creo que ya ahí es mucho más fuerte. Recuerdo una vez en la Avenida Central que un chavalo se me lanzó encima para tocarme y sí, definitivamente cuando ya pasa al ámbito físico se vuelve mucho más agresivo que cuando te están nada más diciendo obsenidades. Obviamente en ninguno de los casos es justificable pero sí se vuelve más físico es más fuerte, y eso es mucho más difícil de manejar para mí porque me recuerda la agresión que tuve. Obviamente, aún si eso no hubiera sucedido (el abuso cuando era niña) ya una agresión sexual física es muhco más intimidante.


¿Alguna vez te has enfrentado a las personas que te gritan o te intentan tocar?

Así como golpearlos no, he gritado, una vez empecé a gritar fuego porque es lo que siempre te recomiendan que grités, porque la gente no ayuda cuando gritas auxilio.

Otra vez que había un chavalo en el bus que estaba tratando de restregarse conmigo, era sumamente asqueroso, esa vez recuerdo que traté de quitarme y nunca dije nada. Todavía cuando vuelvo a pensar en esa ocasión como que me arrepiento de haber tomado esa decisión, como que debí de haberlo expuesto y haber dicho algo.

Creo que violentamente no reaccionaría a menos que ya estuviera en riesgo mi persona, aprendí MMA y técnicas de defensa personal como parte de enfrentar y superar mi pasado y eso me da más tranquilidad ahora. Una reacción violenta sería en caso de que se esté violentando físicamente mi intimidad y que necesite defenderme, pero si los he expuesto algunas veces. Me causa un poco de ansiedad eso de gritar en la calle, me hace sentir muy expuesta a mí también.


¿Si pudieras describirme cómo es el sentimiento justo después de haber vivido estas situaciones, cómo lo harías?

Creo que es una mezcla de sentimientos, por un lado te sentís frustrada de no sentir que podás hacer algo realmente útil para que esto se detenga. Me siento también enojada porque es alguien que está tratando de meterse con mi intimidad y está tratando de tomar posesión de mi cuerpo. Me siento triste porque empiezo a perder la esperanza en que estas cosas cambien y creo que más que todo es frustración y dolor de que estas cosas sucedan y de que las mujeres nos veamos violentadas todo el tiempo y de que no podamos hacer nada. Es una frustración súper fea.

Y con la situación que ocurrió de Gerardo Cruz* en las pasadas semanas ¿Cómo te sentiste?

Ojalá que la gente no termine por olvidar esto, pero la memoria a veces suele ser muy breve. Me alegró mucho que se pudiera poner en la agenda el hecho del acoso callejero, pero la situación a la vez me entristeció mucho. El tema del acoso callejero y de cualquier agresión sexual es algo que para mí es muy sensible, y cuando empecé a leer los comentarios de la gente culpando a las mujeres y a ver los acercamientos de los medios con esas noticias victimizando al agresor, no sé si me terminé por defraudar o si me quedó algo de esperanza, porque yo creo que mucha gente si se cuestionó lo que estaba sucediendo, y se habló del tema y se analizó por lo menos.

Pero fue triste porque vi muchos comentarios de pesonas que decían: ‘‘bueno si pero esas personas son víctimas también’’ o “ellas andan chinguitas en la calle..’’ Es como absurda esa forma de pensar. Yo veo un chavalo sin camiseta corriendo por la sabana y no le grito ‘‘papi rico lo que sea…’’

Tal vez estoy sesgada porque me afectan más los comentarios negativos y los engrandezco más, pero si vi que demasiadas reacciones terminaron por volver a culpar a las mujeres de esto. Si bien el tema se puso en la agenda nacional creo que muchas mujeres terminaron por tener más miedo, porque recuerdo escuchar a un familiar decir: ‘‘bueno vea lo que pasa a las mujeres por andar chingoletas.’’ 

Al final lo que todo este boom mediático del caso de Gerardo fue que todos nos sintiéramos inseguros, porque inicialmente él solo lo puso en en la agenda pero luego terminó siendo apuñalado, entonces eso genera una sensación de muchísima más inseguridad y las autoridades no pudieron, o no han podido, esclarecer que fue lo que sucedió y dar justicia.

Todos hablamos de esto y dijimos cuan injusto era, pero al final de cuentas, el chavalo que grabó a la chica no fue acusado, Gerardo terminó en el hospital apuñalado, sus hijos no tendrán con ellos a su papá. Y las mujeres terminamos sintiendo al final es que hay un problema, todos lo reconocemos y ya… terminás igual, terminás con las mismas herramientas que empezaste, sabiendo que hay un poco de puercos en la calle que pasan haciendo y diciendo cosas asquerosas,  que te quieren grabar, que te quieren decir cosas, que te quieren manosear y sin ninguna herramienta  para combatirlo porque no podés acudir a ningún marco legal efectivo. Cuando hacés una demanda tenés que esperarte como 6 u o 8 meses y creo que las estadísticas dicen que como un 25% o menos de esos casos son los que terminan en alguna condena y el resto se quedan tirados, y yo quisiera saber cuantos son los casos que realmente se demandan de los que suceden todos los días.

Si bien me pareció grandioso que se pusiera en la agenda publica el tema, me terminó pareciendo como algo pasajero, me desesperanzó en realidad porque terminó siendo  una situación en que las personas víctimas salieron perdiendo y no hubo ningún movimiento legal.

Y creo que va más allá, por ejemplo cuando yo tenía cinco años me abusaron y mi mamá y mi tío por guardar el equilibrio de la familia me dijeron que no podía decir nada a nadie más, ni de la familia ni fuera. Ya más grande, cuando las repercusiones de lo que había sucedido se volvían más grandes que yo, tuve que sacarlo de mi sistema. Recuerdo que fui a la policía y puse la denuncia, y me dijeron que habían pasado diez años de lo sucedido y el crimen estaba prescrito. Y recuerdo al oficial diciéndome que de todas maneras las posibilidades de que la denuncia se hubiera convertido en sentencia si la hubiera hecho cuando sucedió la agresión, eran mínimas. Y lo que me recomendó fue tomar la justicia por mi cuenta. Y recuerdo al oficial diciéndome eso y yo perpleja. 

Yo entiendo que ya pasó pero ¡cómo los mismos oficiales de entrada pueden decirte que el sistema legal que existe no te protege y no te hubiera protegido en ese entonces! Creo que al final eso es lo que me deja toda la situación de Gerardo, sentir que no hay nada en Costa Rica que proteja a las mujeres de esto y que a pesar de que se puso el tema en agenda, no apareció ninguna propuesta que nos proteja más adelante.

A mí me gustaría de verdad hacer algo, en este momento yo no me siento tan estable emocionalmente como para abrir esa herida todavía de manera tan expuesta, pero si quisiera, eventualmente, que pudiéramos dejar el tabú y que la gente estuviera mucho más dispuesta en estos temas, dispuesta a proponer algo y a escuchar sin prejuicios. Yo creo que si culturalmente no cambiamos y si legalmente no establecemos un marco que permita el castigo de estas situaciones, no va a cambiar nada.

El silencio que solemos guardar cuando estas cosas pasan es lo más difícil de asumir y el principal enemigo, guardamos silencio cuando a alguien le gritan improperios en la calle, mi familia me pidió que guardara silencio cuando me agredieron, y ese silencio y esa falta de marco legal y el desinterés del gobierno y de la gente por concretar un marco legal que nos proteja es lo más difícil de asumir después de que se pusiera el tema en agenda.


No comments:

Post a Comment