La
crisis de la deuda de Grecia que cayó en el 2009 alcanzó un punto culminante
esta semana cuando las negociaciones parecen cerradas con un ultimátum y los helénicos declararon
en ‘‘default’’ parte de su deuda. Ante esto saltan alertas en otros países
cuyos problemas fiscales ya han hecho sonar más de una alarma, nuestro país no
es la excepción, pero entre tanto ruido, quizás vale la pena sentarse un poco a
ver ¿qué fue lo que paso? Y ¿por qué podría o podría no pasar lo mismo en Costa
Rica?
Déficit
fiscal y Deuda Pública
En
resumen, lo que pasó en Grecia es que el déficit fiscal y la deuda pública
llegaron niveles insostenibles. Para comprender qué quiere decir esto tenemos
que ver qué es lo que hace un estado o gobierno y cómo lo hace.
Hoy
en día, podemos decir que la labor de un gobierno consiste en satisfacer las
necesidades sociales que no se considera óptimo que se satisfagan por otro
mecanismo (como el mercado), cosas, por ejemplo, como la seguridad nacional, un
sistema de justicia, el alumbrado público, espacios públicos, entre otras. En
el mundo actual, no existe un consenso sobre cuánto debe ser el alcance del
gobierno, por esto, algunos países consideran importante que el gobierno
financie cosas como la educación o los fondos de pensiones o que subsidien al
agro, mientras otros consideran que este tipo de cosas es mejor dejarlas en
manos de iniciativas privadas.
Indiferentemente
de cuál sea nuestra perspectiva sobre qué debe o no debe hacer un gobierno, lo
cierto es que esto todas sus acciones deben ser financiadas de una u otra
forma, la forma más clara que el gobierno tiene para financiar sus iniciativas
es mediante impuestos, así cobra a todos los ciudadanos un dinero y utiliza
este dinero para sus proyectos. Lo que pasa es que en la mayoría de los casos
este dinero es insuficiente (en parte porque el gobierno no suele buscar
generar ganancias), por lo que el gobierno gasta más de lo que genera en
ingresos. Cuando esto sucede, a esa diferencia entre los gastos y los ingresos
se le llama ‘‘déficit fiscal’’. Pese al déficit, si un gobierno desea hacer un
proyecto, debe financiarlo de alguna forma, por lo que recurre a pedir dinero
prestado, a esta deuda es a la que se le llama ‘‘deuda pública’’.
¿Qué
pasó en Grecia?
El
gobierno griego incurrió en una serie de gastos que estaban muy por encima de
sus ingresos y su capacidad, además de esto, tras la crisis económica mundial
del 2008, toda la economía del mundo (sin exceptuar Grecia) sufrió y empezó a crecer a un ritmo más lento,
generando menos empleos y menos ingresos para el gobierno, por si fuera poco,
en el 2009 (tras un cambio de gobierno) se descubrió que los gobiernos
anteriores habían falsificado información para hacer parecer el déficit fiscal
y la deuda pública menos graves de lo
que realmente eran
En
resumen, Grecia de repente se enfrentó a una situación donde no podía pagar la
deuda, para empeorar las cosas empezaron a recibir menos ingresos y para
rematar la situación, se dieron cuenta que la deuda y el déficit eran significativamente
mayor a lo que esperaban.
¿Si
usted no puede pagar sus deudas qué pasa? Que la gente deja de prestarle ¿Y si
usted no tiene dinero para financiar sus proyectos? pues no los hace. Esa es
la situación de Grecia actual. Con consecuencias muy nefastas para la economía,
los proyectos usualmente se podrían financiar imprimiendo dinero, pero Grecia
tampoco tiene esta posibilidad porque al estar en la Eurozona, no tiene la
capacidad de imprimir arbitrariamente dinero. Entonces tenemos una situación
donde el gobierno no puede seguir pagando salarios o pensiones o proyectos
porque no le alcanza la plata y no puede crear plata porque no tiene Banco
Central.
Así
las cosas, Grecia negocia con sus acreedores y encuentra en este momento dos
posibles soluciones, ambas con consecuencias bastante perjudiciales para el
pueblo griego. Una es aceptar un ‘‘bailout’’ lo cual significa aceptar una
transferencia de dinero, pero esta está condicionada a que el gobierno
griego tome una serie de medidas que aseguren su solvencia futura. Medidas muy
duras que incluyen disminuir pensiones y salarios, aumentar impuestos, dejar
muchas de las labores que hace en manos privadas, entre otras. La otra opción
es dejar el euro y adoptar su propia moneda, no pagar gran parte de la deuda y financiar a como pueda sus
proyectos a base de impuestos y de inflación –imprimiendo dinero que, al no estar basado en nada, genera que los
precios de la economía aumenten- Esta decisión quedó en manos del pueblo
europeo en un referendo a realizar este domingo 5 de Julio.
La
situación en Grecia ha afectado muchísimo al pueblo. El estado se ha visto obligado a aplicar
‘‘medidas de austeridad’’, es decir dejar de financiar proyectos que mucha
gente encuentra importantes. Por si
fuera poco, esta situación genera condiciones sobre las que muy poca gente
estaría dispuesta y en capacidad de invertir dinero en Grecia, lo que hace que
no se generen empleos y que muchas empresas cierren. La declaración de
‘‘default’’ de parte del gobierno de Grecia (lo que significa que el gobierno
griego ha decidido que no va a pagar parte de su deuda) ha generado
desconfianza en la población, que no quiere tener su dinero en bancos griegos
que pueden verse muy afectados por esta situación, por lo que se está
controlando la cantidad de dinero que las personas sacan de los bancos,
precisamente para que estos no quiebren.
¿Porqué
Costa Rica debe y no debe preocuparse?
La
situación de Grecia es muy grave y hay mucha gente que afirma que Costa Rica
podría estar a las puertas de sufrir una situación similar. Esto es cierto,
pero también es cierto que la situación de Costa Rica es muy diferente. Hay varias razones por las que deberíamos y no
deberíamos preocuparnos.
Primero
mencionemos las razones por la que debemos preocuparnos. Costa Rica tiene un
problema grave en su deuda, el déficit fiscal ha sido un tema de preocupación
desde el 2008, en gran medida porque el gobierno aumentó su gasto estatal en
este momento para pailar los efectos de la crisis económica mundial. Más allá
de eso, muchas de las razones estructurales por las que el gobierno griego se
vio en esta situación Costa Rica las comparte. Costa Rica tiene una gran masa
de empleados públicos que disfrutan de pluses salariales y contratos que hacen
muy difícil que se reduzca tanto la cantidad como el costo de cada empleado
público, existen cuestionamientos sobre
la corrupción y la eficiencia de muchas instituciones estatales, hay graves
problemas de evasión y elusión fiscal y poca iniciativa política para aprobar
leyes que ayuden a combatir estos problema y se habla de una necesaria reforma
fiscal desde hace años, pero no parece haber un panorama donde esta se apruebe
pronto.
Entonces
el riesgo de que Costa Rica se vea inmersa en una situación como la griega es
real, sin embargo es importante mencionar que también hay también motivos para
no desesperar y hay muchas razones por las que la situación tica es diferente a
la helénica.
En
primer lugar, es importante mencionar que el déficit fiscal y la Deuda Pública
de Grecia aún están muy por encima de lo que se vive en Costa Rica. El año
pasado el déficit fiscal cerró en Costa Rica en un 5,8% del PIB y la una deuda
pública en 40% del PIB lo cual si bien son números muy peligrosos, aún se
alejan de los griegos en el 2009 (13,6% de déficit y 120% de deuda pública).
Otro
punto es que no hay verdaderos motivos para pensar que el gobierno está
falseando la información, en primer lugar porque la actual administración hizo
un escrutinio del estado de la cuestión de la pasada, y en segundo lugar
porque, al ser el plan fiscal una prioridad del gobierno, sería
contraproducente subestimar las cifras.
Esto significa que aún tenemos la capacidad de actuar antes de que descubramos
que la situación se salió de nuestras manos (como le pasó a Grecia que de
repente se dieron cuenta que el déficit es más del doble de lo que creían).
Finalmente,
a diferencia de Grecia, Costa Rica maneja su propia moneda, por lo que ante una
crisis de este tipo puede devaluar la moneda para hacer el país más atractivo o
(con consecuencias que - dependiendo del
grado en que se haga- pueden resultar verdaderamente nefastas) pagar parte de la
deuda con emisión monetaria. Lo ideal sería evitar verse obligados a hacer uso
de estas opciones, pero la posibilidad existe.
¿Qué
debemos hacer?
¡Resolver
el problema fiscal! ¡Así de sencillo! el problema es que esto requiere
sacrificios en donde varios sectores pueden verse perjudicados. Los problemas
fiscales se resuelven básicamente de tres maneras, generando ingresos, cortando
gastos o alguna combinación de estas dos, pero en todos los casos hay grupos que
pierden, lo cual hace la negociación política muy difícil.
Por
un lado, existe un grupo importante dentro de la Asamblea Legislativa que no
está dispuesta a aceptar la disminución
en el gasto del gobierno. La renegociación de convenciones colectivas, la
disminución o eliminación de pluses salariales, entre otras posibilidades se
ven con malos ojos dentro de un grupo importante del congreso. Por otro lado
las leyes que le permitirían al estado tener más herramientas para combatir la
elusión y la evasión fiscal también tienen un grupo fuerte de oposición en el Congreso. Todo esto sin que haya entrado en la
corriente legislativa un proyecto de reforma fiscal, el cual con la
configuración política actual, va a requerir de mucho esfuerzo para ser
aprobado.
En
fin, este es un momento crucial para el país, sabemos que si no logramos un
consenso en este tema, las consecuencias pueden a ser peores para todos. Por el
momento tenemos la bola en los pies y
depende de cómo la controlemos, veremos los resultados finales pero
debemos actuar ahora, porque si repetimos una crisis de los 80’s o nos
convertimos en un ‘‘Grecia’’ no se va a valer decir que no sabíamos lo que iba
a pasar.