Saturday, October 13, 2012

Los verdaderos méritos de la Selección Nacional

Hoy reafirmo mi apoyo al equipo de seleccionados que conforman la selección nacional, pero antes de que empiecen a saltar las acusaciones de que soy un ‘‘conformista’’ o ‘‘mediocre’’, les pido me dejen expresarme un poco más.


La sele juega mal, es muy claro que nuestra habilidad para patear un balón dista mucha, no solo de los grandes equipos del balonpie, sino de los propios pasados. ¡Cómo se extraña los tiempos de López, Centeno, Fonseca, Tuma! Una selección cuyas posibilidades para clasificar nunca se ponían en duda y que aún muestra un gran futbol en cada partido de despedida que se realiza.

Hoy ante El Salvador, no salimos a jugar futbol ni a mostrar una calidad, no salimos a hacer gala de nuestras habilidades ni a tocar el balón, salimos a ganar. Jugamos mal, jugamos feo, pero el objetivo se cumplió. Pese a tener su mérito, disto mucho que esta sea la mejor actitud ante al deporte, y si bien es válida, deja cierto sinsabor al espectador.

El apoyo que se ganó hoy mi selección de futbol, no es por sus habilidades o sus esfuerzos, sino por su actitud deportiva y su profundo respeto. Pese a enfrentarse a un juego complejo, donde el rival fue agresivo, irrespetuoso e incluso atentó contra la propia seguridad de los jugadores, nuestro equipo mostró la paciencia y el ‘‘fair play’’, que tanto hace falta en nosotros a veces. Si, ese mismo respeto que nosotros no tuvimos al llenar las redes sociales con comentarios como ‘‘Bryan maricón’’ o ‘‘Pinto inútil’’.

Un árbitro permisivo tardo demasiado en sacar las tarjetas, y fue por la simple sapiencia de nuestros representantes deportivos que el partido no se salió de las manos. Las infracciones que atentaban contra la seguridad de nuestros atletas, sin embargo, fueron tomadas con la solemnidad y el respeto propios del caso, en contraposición con una selección salvadoreña que, sin argumentos futbolísticos, apelaron al golpe, la falta  y hasta la agresión directa.

La selección de El Salvador mostró un juego oportunista, peligroso y carente absolutamente de actitud deportiva. Lejos de aplicar la regla no escrita del ‘‘fair play’’ y dar las cortesías que permiten el desenvolvimiento óptimo del juego (cortesías que se dan hasta en finales de campeonatos mundiales), los jugadores cuzcatlecos quisieron, como decía Chespirito, ‘‘aprovecharse de nuestra nobleza’’ y lejos de ceder el balón cuando se esperaría que lo hicieran, lo mantuvieron para intentar engañar a la tricolor, e incluso, se mostraron agresivos cuando no pudieron más que mirar la derrota. Las dos expulsiones lo demuestran.

Nuestros seleccionados, lejos de rebajarse a su nivel, mantuvieron el ‘‘fair play’’, respetaron las reglas del juego y las decisiones arbitrales (pese a su aparente parcialización y falta de fortaleza). Mientras tanto, las redes sociales se plagaban de mensajes de ‘‘arbitro hijueputa’’, ‘‘Saborio perra’’ e incluso hasta comentarios racistas y xenófobos contra nuestros hermanos salvadoreños.

Por eso, estoy orgulloso y apoyo a la Selección Nacional, ya que mostró el respeto, la paciencia, la tolerancia y las actitudes deportivas que tanta falta hacen en nuestros espacios de convivencia y nuestras calles. No dudo que más de un costarricense haya tomado la amenaza y la violencia física como respuesta de haber sido Christian Bolaños., Keylor Navas o alguno de los defensas abatidos por Quintanilla.

Basta manejar por las calles o ingresar a redes sociales un día de partido para darse cuenta que debemos aprender mucho de estos seleccionados. Más allá del deporte, vale preguntarnos si nosotros hubiéramos actuado igual ante estas situaciones, tomando en cuenta que muchos gritamos e insultamos a nuestros televisores, pitamos y  ofendemos en las calles.

Lo cierto es que los deportistas son embajadores de su país. En su juego se debe reflejar muchos de los valores y actitudes de los habitantes del mismo, y hoy, la sele cumplió, cediendo cortesías, aplicando fair play y mostrando respeto. Ante esto, ‘‘la sele’’, no solo nos da una buena imagen a nivel internacional, sino nos invita a realizar un cambio en nuestra personalidad y nuestras costumbres
.
Cualquier persona extranjera que haya visto el partido puede asegurar dos cosas: que en Costa Rica no hay buen futbol, y que es un país pacífico y respetuoso. Puedo asegurar que la primera es una representación justa de la realidad.

David CHing
2012

No comments:

Post a Comment